Revelando el Conocimiento de Cristo
Conocer a Cristo implica que hemos conocido el carácter de mansedumbre que le permitió permanecer en unidad y en comunión, de manera que el fruto que Él produjera era la santidad como resultado de esa unión. Cuando uno vive en sociedades como esta, todos buscan mostrarte títulos… los logros, para que la gente los siga, para que la gente los respete; pero vemos a Jesús que hizo lo contrario. No usó el hecho de ser hijo de Dios como cosa a la que aferrarse para conectarse con nosotros; sino que se hizo participe de nuestra naturaleza de debilidad aun cuando Él no era esclavo del pecado, sino que lo decidió, fue una decisión, hacerse participe de nuestra débil naturaleza de modo que nos ha dejado sin excusa, pues aunque la vida nos ha demostrado que tan difícil es despojarse de todo para por amor, llevar las cargas de otro; como para nosotros tomar nuestras cargas, ponerlas en Jesús y adoptar Su posición de humildad y de sujeción a la palabra para caminar en obediencia.
La Humildad es la Subestructura del Cambio
La humildad es el principio del cambio, y es el iniciador de la gracia; pues Dios da gracia al humilde y justamente es lo que nosotros necesitamos para poder caminar en unidad, entendiendo entonces que es precisamente la humildad lo que nos llevará a esto.
Santidad es Comunión
Podemos entonces resumir que la santidad es el resultado, es el fruto de la unidad con el Padre, es el fruto de poner nuestra voluntad a un lado para hacernos uno con la voluntad del Padre. Ahora esta unidad no es algo que nosotros hacemos o que nosotros procuramos desde una mentalidad legalista, sino desde nuestra posición como hijos.
La Santidad y la Unidad
Hablaremos de cuando nosotros queremos de forma práctica ejercitar nuestra santidad, implica que estamos en un constante proceso de rendir nuestra voluntad; a diferencia de los conceptos legalistas de santidad, donde es la imposición de un conjunto de reglas externas que nosotros debemos hacer como obras para nosotros podernos ver santos.
El año 2019 es un año de Sacrificios y Galardones.
Estaremos hablando en que el año 2019, es un año de oración. La oración será nuestra partera espiritual. Es un año de re-dedicación, pues es el cierre de un ciclo y el inicio de otro. Entramos a una nueva década, y no podemos llevarnos las cosas que identificamos la época pasada y que todavía no hemos rendido. Es un tiempo de Dar a luz y de Dar frutos. Es un tiempo donde la palabra se hará carne y donde nuestro árbol de justicia dará frutos. Es tiempo que se manifieste Cristo y SU Gloria.
Oración de Re-dedicación del Cuerpo
Esta es una oración que grabe mientras hacia mi acostumbrada caminata en la mañana. Me sentí muy ministrada al ver cuan profundo llegaba la Palabra a mi corazón, como me animaba y me ayudó a ver mi proceso desde una perspectiva diferente.