Palabras que Producen Vida
El conocimiento produce transformación; más cuando volvemos al Edén, nos damos cuenta que el árbol del bien y del mal, producía un tipo de conocimiento que trajo una transformación. De una naturaleza divina, la humanidad fue transformada a una naturaleza caída y corruptible.
Las bases sobre la que se hicieron parte de ese conocimiento fue la desobediencia. Y justamente la desobediencia demuestra falta de temor al Señor.
Para poder impartir vida, debemos comer del árbol de la vida, debemos comer del pan de vida, Cristo. El alimento nos transforma, el alimento nos imparte conocimiento.
Por eso Romano 12:1-2 dice: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.”
La fuente del conocimiento de vida proviene de la comunión. La vida de Dios es la fuente de la comunión.
Comer del árbol del bien y del mal o comer del árbol de la vida, no era un asunto de “dieta alimenticia”, era un asunto de dependencia y comunión.
Te haces uno con lo que comes o “comulgues”, haces comunión. Común- unión.
Esto me lleva a pensar que este año 2019 y probablemente estas dos décadas que vienen, el tema de la comunión va a hacerse más fuerte. Dios desea sacar el espíritu de debilidad que ha entrado en Su cuerpo. El espíritu de debilidad es el resultado de la ley de muerte.
Por eso Pablo exhorta a la comunión del Señor, pues por falta de esto muchos están débiles y hasta han muerto.
Cuando la muerte entró en el Edén, Adán y Eva fueron debilitados. Por eso Pablo decía, cuando soy débil, entones fuerte soy.
2 Corintios 12:10 “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
Me parece muy poderoso este concepto de comunión para el 2019; y probablemente para la temporada 2020- 2040, porque la idea del simbolismo del número o letra hebrea asociada con el 9 es un vientre. Y creo que justo esto hace la comunión; gesta cosas en nuestro vientre.
Cuando comemos ese alimento se hace como uno en nosotros. Lo mismo ocurre cuando tenemos comunión, nos hacemos uno; como cuando un hombre y una mujer llegan a conocerse íntimamente.
El conocimiento habla de la intimidad y la intimidad nos habla de comunión.
De manera que una iglesia que le conozca, es una iglesia de intimidad, que en su tiempo será desposada y gestará y dará a luz lo que pertenece a la vida.
Sin comunión no hay intimidad, no hay conocimiento de la vida y entra espíritu de debilidad.
Toda la plenitud de Dios nos es suministrada por medio de la comunión de vida. Como cuando comes una fruta; toda la plenitud de ese árbol está contenida en esa fruta. Y toda la vida para la subsiguiente generación, está en la semilla.
Cristo es nuestro pan de vida, nuestro árbol de vida, cuando le comemos y tenemos comunión con Él, tenemos comunión con la vida; y el poder de la vida imparte de la plenitud del Padre haciéndonos no sólo satisfechos, sino liberados.
Por eso vemos en el Antiguo Testamento que cada vez que iban a conquistar se santificaban y comían un nuevo alimento que traía liberación y sanidad.
Resulta muy interesante que la comida y la comunión estén relacionados. Pues cuando comemos de Cristo tenemos comunión con Él. Pero comer no es algo esporádico, es decir, es continuo, es varias veces al día. Presentar a Cristo como nuestra comida, es hablar de una comunión diarias con Él, por medio de la persona del Espíritu Santo. Habla de estar nutridos, sustentados, satisfechos y plenos.
Por eso Dios les daba el Maná; para que sus ojos estuviesen mirando al cielo, mientras este “milagroso” alimento que era preparado en el cielo, caía y los saturó por 40 años sin que hubiese enfermos entre ellos.
Las únicas enfermedades fueron a consecuencia de su desobediencia y rebeldía. Pero el maná era un alimento “todo- inclusivo”. Cristo es nuestro alimento todo-inclusivo.
Y también les daba maná para crear el concepto de dependencia diaria.
Otra palabra que ha venido a mi corazón es “feasting” no “fasting” sino feast (festival). Que da la sensación de banquete. El apóstol Collin Urquhart tiene una revelación muy bella sobre “feast” que podemos mirar más adelante.
Porque Feast significa también las bodas, o la preparación para las bodas y eso habla de intimidad.