Arboles de Justicia y el temor a Jehová. Parte 3
La unidad y el amor es básicamente lo que van a permitir que se manifieste la vida y que se manifieste el poder que fluye por medio del Espíritu Santo, que se manifieste la vida que está en esta gracia apostólica. Lo que viene a manifestar esta gracia apostólica es que la vida en la palabra gracia tiene poder y la forma en la que se manifiesta la gracia es porque hay humildad, si hay humildad es porque también ha habido una capacidad de poder traer sujeción.
Es muy interesante este punto porque hablamos de una gracia apostólica que es lo que nos capacita para hacer la función específica para la cual nosotros hemos sido llamados. La palabra apóstol significa enviado, y nosotros a veces queremos llegar a la especificidad, pero no hemos entendido lo que significa la primogenitura, es decir, caminar en la relación hijo-siervo entendiendo el concepto tan importante de Dios-Padre, pero también de Dios-Señor.
Cuando nosotros observamos el tema del apostolado y la gracia apostólica, o la unción apostólica como lo he mencionado en algunas posibilidades, Dios ponía en mi corazón algo que se llamaba el sello de un apostolado. El apóstol Pablo hablaba sobre que la iglesia de Corintios era el sello de su apostolado, esto habla de que los frutos van a confirmar el llamado, la unción y la gracia de ese apostolado, pero también hay un sello del apostolado que Dios ponía en mi corazón y ese es el temor al Señor.
Cuando nosotros caminamos en temor al Señor, nosotros estamos caminando bajo la unción de la gracia apostólica en la que se movió el señor Jesucristo. Básicamente estamos actuando como siervos que le temen al Señor. Y es muy interesante porque en pasadas oportunidades Dios ha puesto en mi corazón lo que son los sellos jezabélicos que se caracterizan por la manipulación, el control, la inmoralidad sexual y por la idolatría y esto trae en sí mismo también rebeldía. Cuando nosotros miramos esos 5 sellos jezabélicos, podemos ver que cuando un apostolado o una iglesia camina en una unción apostólica quiere decir que ellos están caminando en el temor al Señor como sello principal de su unción apostólica y eso trae como consecuencia que ese sello de temor al Señor va a combatir contra los sellos de Jezabel.
Básicamente es importante si nosotros queremos hablar sobre lo que significa ganar naciones, lo que significa conquistar principados territoriales como es el caso de Jezabel; muchas veces oprime las naciones por medio de la falsa religión. Jezabel se caracteriza por manifestarse por medio de falsos profetas y falsos maestros, el número característico de la próxima década en la que vamos a entrar del 20/20 que es el año 5080; el número 80 representa una boca y básicamente cuando nosotros leemos el salmo 34 habla que el temor al Señor se manifiesta por medio de la boca, es decir, que los verdaderos exhortadores, verdaderos maestros y verdaderos profetas se manifiestan cuando ellos hablan del temor al Señor, clarificando que el temor al Señor no es el que causa el temor diabólico, es el temor que causa reverencia, el que nos hace a nosotros hijos-siervos.
Salmo 34
Alabaré al Señor en todo tiempo;
a cada momento pronunciaré sus alabanzas.
2 Solo en el Señor me jactaré;
que todos los indefensos cobren ánimo.
3 Vengan, hablemos de las grandezas del Señor;
exaltemos juntos su nombre.
4 Oré al Señor, y él me respondió;
me libró de todos mis temores.
5 Los que buscan su ayuda estarán radiantes de alegría;
ninguna sombra de vergüenza les oscurecerá el rostro.
6 En mi desesperación oré, y el Señor me escuchó;
me salvó de todas mis dificultades.
7 Pues el ángel del Señor es un guardián;
rodea y defiende a todos los que le temen.
Prueben y vean que el Señor es bueno;
¡qué alegría para los que se refugian en él!
9 Teman al Señor, ustedes los de su pueblo santo,
pues los que le temen tendrán todo lo que necesitan.
10 Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre,
pero a los que confían en el Señor no les faltará ningún bien.
11 Vengan, hijos míos, y escúchenme,
y les enseñaré a temer al Señor.
12 ¿Quieres vivir una vida
larga y próspera?
13 ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal
y tus labios de decir mentiras!
14 Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y esfuérzate por mantenerla.
15 Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno;
sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio.
16 Pero el Señor aparta su rostro de los que hacen lo malo;
borrará todo recuerdo de ellos de la faz de la tierra.
17 El Señor oye a los suyos cuando claman a él por ayuda;
los rescata de todas sus dificultades.
18 El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón;
él rescata a los de espíritu destrozado.
19 La persona íntegra enfrenta muchas dificultades,
pero el Señor llega al rescate en cada ocasión.
20 Pues el Señor protege los huesos de los justos;
¡ni uno solo es quebrado!
21 Sin duda, la calamidad destruirá a los perversos,
y los que odian a los justos serán castigados.
22 Pero el Señor redimirá a los que le sirven;
ninguno que se refugie en él será condenado.
Me llamó la atención los contrastes del sello apostólico y el contraste de los sellos jezabelicos; y como cuando una iglesia se mueve, o el cuerpo de Cristo se mueve y su sello apostólico es el temor al Señor, automáticamente va a vencer y va a romper con las ligaduras que provocan los sellos jezabélicos sobre las naciones, casas, matrimonios, hogares y sobre toda forma de manifestación de pacto, porque básicamente lo que busca Jezabel es romper pacto; y quiere romper pacto porque Jezabel siempre busca atacar la cabeza.
Recuerda que para el principado jezabélico su misión es descabezar, es traer un desorden; por eso cuando nosotros hablamos de maldad en páginas anteriores, referíamos de la maldad y hablamos de la palabra griega anomía que significa sin ley, una persona sin ley es una persona que no tiene cabeza.
Anomía. La palabra “anomía” “ἀνομία” es muy usada en las Sagradas Escrituras, en algunas versiones al español es traducida comúnmente como “maldad, iniquidad o pecado”, sin embargo la traducción más fiel de esta palabra es: “no ley” o “violación, infracción de la Ley”. Es decir, la idea general de esta palabra en la Biblia, hace referencia a un rechazo u oposición a la Ley de Dios o Torá en hebreo.
Veamos los textos bíblicos en los que esta expresión aparece y así podremos entender mejor el mensaje que el escrito bíblico nos quiere trasmitir:
“Todo el que practica el pecado, es [anomían] violador de la Ley, porque el pecado es [anomía] violación de la Ley.” (1Juan 3:4).
Básicamente este es el efecto que viene a traer el principado jezabélico, que se levante generación que no tiene ley, una generación sin ley es una generación de maldad.
La maldad siempre la hemos asociado con hacer cosas malas, pero cuando nosotros somos nuestra propia ley cuando nuestro propio entendimiento es nuestro consejero eso es hacer maldad porque estamos actuando sin cabeza. Esta es la principal búsqueda del principado jezabélico, que la iglesia se mueva sin cabeza, que se mueva sin orden, hace una mezcla de babilonia entre la religiosidad y el mundo, y cuando hay religiosidad y mundo, babilonia está dentro de la iglesia, y por lo tanto la iglesia se vuelve como una ramera; no se vuelve una iglesia pura sin arrugas y sin manchas. Y para que una iglesia pura sin arrugas y sin manchas exista, debe existir el temor al Señor, sin el temor al Señor no se puede producir esto.
Esto también me lleva a reflexionar un poco sobre una predica que le escuche al pastor Derek Prience, y en esta predica habla sobre la importancia de ser un siervo y como para poder ganar liderazgo y ser el mayor, tu tienes que ser un siervo, refiriéndose a cuando los discípulos le preguntaron a Jesús quien sería el mayor, pero luego Jesús les dijo en Marcos 10:44, el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos, y eso lo comparo junto con la actitud de Pablo y como Pablo era esclavo.
Y definitivamente, una de las cosas que hace el temor a Jehová es desarrollar en ti un carácter de siervo y un carácter de sujeción, una de las cosas que impide que una persona sea siervo es el amor a sí mismo, el amor al dinero y el amor al placer/comodidad. Y cuando yo miraba estas tres cosas, me llamó, muchísimo la atención porque podía ver claramente que cuando alguna de esas tres cosas se convierte en amor, eso se convierten en tu señor, de hecho, el dinero dice la palabra en Mateo 6:24 “tu no puedes servir a dos señores”, es decir, el dinero se puede convertir en tu señor, el placer se puede convertir en tu señor y el amor a ti mismo se puede convertir en tu señor.
Mateo 6:24
» Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.”
Cuando esos tres ocupan el señorío en tu vida, automáticamente no está el temor a Jehová, y eso trae como consecuencia un estilo de vida donde no está el señorío de Cristo.
Así que esto me pareció muy impactante para explorar, específicamente cuando se trata del punto a nivel generacional de forma personal, el punto del amor al placer, porque Dios ha venido hablando por más de dos años sobre lo que significa el alimento, sobre lo que significa la comunión, sobre lo que significan los apetitos y el placer tiene que ver mucho con los apetitos.
Cuando nosotros escogemos el placer o comodidad por propósito, automáticamente vamos a perder nuestra primogenitura, porque el placer se convierte en nuestro señor. Dios viene hablando durante todo este tiempo de comunión, de señorío, de sentarnos a Su mesa, y cuando nosotros ponemos al placer como señor, es como sentarnos a la mesa del demonio, es como sentarnos a la mesa de Jezabel.
Es muy importante darnos cuenta de lo que está sucediendo; también siento que debo profundizar con respecto a este pensamiento en lo que se refirió a la vida de mi hermana Jely, y como yo puedo ver por medio de lo que aconteció con ella como había algo que ahora lo veo y antes no lo veía, había un problema de señorío y esto trajo como consecuencia, que no había temor a Jehová y al no haber temor a Jehová, eligió un estilo de vida de placer por encima de propósito.
Había un problema de señorío, había un problema de temor a Jehová, y había un problema que el señorío específicamente estaba relacionado con amor al placer. De alguna manera creo que el amor al placer se lleva de la mano con amor a sí mismo, entonces creo que ahí está la raíz del problema, lo que me lleva a pensar que esto está muy encaminado sobre lo que significa placer: apetito, alimento, pasiones, y sobre lo que Dios ha venido hablando de comer del árbol de la vida.
Creo que a partir de este punto podemos hablar mucho de esto; de cómo debemos sacar esas pasiones y como también nosotros en las clases de madres pioneras hemos hablado sobre una de las cosas que llevo a Eva a todo esto, era que le parecía apetecible. Los apetitos que entran por los ojos y como hablábamos sobre las posiciones, posesiones y pasiones.