7 principios asociados a la primogenitura y salud
Tengo varios días tratando de escribir este post, sin saber exactamente por dónde empezar. Quiero de una forma u otra darle forma a todo el contenido que tengo, y estoy tratando de organizarlo para publicarlo poco a poco. Pero a la vez, quisiera ir compartiendo algunos asuntos que intrigan mi alma y están moviendo mi espíritu hoy hacia una dirección nueva y poco explorada para mí, y es el tema de la salud del ser triuno.
Usualmente me gusta detallar de dónde vienen mis pensamientos y en muchas ocasiones acompaño mis planteamientos con las verdades bíblicas que han servido de apoyo a mi planteamiento, sin embargo, hoy sólo deseo expresarme de forma libre, sincera e informal, de lo que es sólo la etapa inicial de una investigación.
Para no hacer tan largo este post, dejaré para luego contarles las diferentes aflicciones de salud con las que he luchado desde niña, y algunas de ellas continúan en proceso de resolverse, incluyendo el asunto hormonal de sobrepeso. El recorrido ha sido largo pero, la gloria sea para Dios, he visto muchos avances y he ganado mucho más entendimiento en relación a mi salud. Sigo confiando que Aquel que empezó la buena obra en mí, la perfeccionará.
Así que si me permites, deseo simplemente “speak my mind” o pensar en voz alta, muchas de las cosas que te comentaré aún son “ensayos” que buscan entender y ordenar los principios detrás de la salud o más importante aún los principios detrás de mi diseño a ser fructífera y caminar en dominio.
Desde hace algunos años vengo estudiando la Palabra en cuanto a este tópico, he consultado varios autores como Watchman Nee en sus libros sobre liberando el espíritu humano, Arthur Burk y sus series sobre el espíritu humano, Andrew Murray y sus libros sobre sanidad, Ciska Arendt y su tesis divergente sobre la funciones del corazón humano en el espíritu, alma y cuerpo, además de orar y meditar por varios años sobre el asunto de la anatomía del templo humano en su funcionamiento corporal o biológico, almático y espiritual en comparación al tabernáculo dado por Dios a Moisés. Estudiar con profundidad las diferentes funciones de estas tres áreas me han llevado a replantear algunos punto sobre la sanidad física, sanidad interior y liberación.
Una de las cosas que me tienen muy concentrada es la idea de entender las necesidades, es decir, el cuerpo físico tiene necesidades, de la misma manera nuestra alma y por ende nuestro espíritu humano. Cuando esas necesidades no son provistas o saciadas, usualmente se produce un dolor emocional.
Así como las necesidades físicas y biológicas del cuerpo implican el alimento, el agua, el aire, el vestido, etc; De igual manera nuestra alma clama por el agua y el alimento de la Palabra. Sin embargo, es de mi parecer que la necesidad principal que nuestra alma necesita es “ser nutrida”. Esta es una necesidad que se va satisfaciendo en la medida en la que la paternidad y el amor de Dios van siendo revelados y conocidos. Sin embargo, cuando se trata del espíritu humano considero que una de las mayores necesidades es ser fructífero y caminar en dominio.
Pero a lo largo de la vida vamos tomando decisiones para llenar estas necesidades emocionales (ser nutridos) o espirituales (ser fructífero y caminar en dominio) a costa de quebrantar principios. Yo llamo a eso “tratar de saciar necesidades emocionales y espirituales con cosas físicas como comida, poder, trabajo, carrera, relaciones co-dependientes, etc” Esto nos convierte en personas independientes.
Las decisiones que transgreden nuestro diseño, nuestros límites piadosos tienen no sólo el potencial de hacernos daño, sino de sacarnos de nuestra primogenitura. La razón por la que escribo esto es porque en lo personal me pregunto cuáles de las enfermedades y debilidades físicas pueden ser el resultado de un asunto emocional no resuelto y que somotatiza en el cuerpo. O si yo, o en mi línea generacional hemos quebrantado algún principio que va en contra de nuestra primogenitura, es decir ser fructíferos y caminar en dominio.
¿Qué observo? Las necesidades emocionales o físicas no satisfechas producen una herida emocional que afecta la identidad y crean un engaño basado en la ilegitimidad. Y de allí vemos muchas enfermedades que pueden están conectadas a un profundo sentimiento de abandono. Esto puede en algunos casos producir un trauma, es decir, la necesidad no satisfecha se convirtió en herida y la herida no sanada se convierte en trauma y alrededor de esto se forman complejos esquemas o patrones de pensamientos, pero de eso hablaremos en otros post.
Sin embargo, la necesidad del espíritu humano es por intimidad, la necesidad del alma es ser atendida o nutrida. La necesidad de intimidad se satisface en la medida en la que caminamos en nuestra primogenitura o real sacerdocio, también la llamo mandato a ser fructíferos (sacerdocio y profético) y dominio (reyes).
Y esta es la mejor definición que tengo de salud…ser fructífera. Una planta es saludable cuando da buenos fruto. De manera que es mi anhelo ser fructífera en todas las áreas, incluyendo la salud. Pero como la salud es un principio, mientras que la sanidad es un don de Dios, es necesario observar las diferentes variables que afectan el principio de la salud, y una de las que ahora observo está relacionada con el quebrantamiento de principios que van en contra de mi primogenitura o llamada de real sacerdocio (ser fructífera y caminar el dominio).
Lo que considero es que quizás hay asuntos relacionados con enfermedades que recaen más en el espíritu humano más que en el alma o cuerpo físico. Cuando digo asuntos relacionados con el espíritu humano me refiero a “vender la primogenitura”, abandonar el real sacerdocio. Como dije al principio, el anhelo y mayor necesidad del espíritu humano es ser fructífero y caminar en dominio, ese es el mandato, eso es volver al diseño original.
Existen principios que si se quebrantan causan mancilla, y es eso precisamente lo que deseo explorar, hasta qué punto la mancilla que ocurre en el espíritu humano produce quebrantamiento y enfermedades. Pues la mancilla no se trata de la misma manera en la que tratamos un asunto emocional no resuelto en el alma. La mancilla se asocia a futilidad, ser infructíferos, un terreno con espinas y cardos. La mancilla es un asunto de restaurar altares, ejemplo Gedeón antes de enfrentar a los madianitas, antes de romper la maldición madianita que robaba la cosecha, debió destruir el altar impío a baal y luego actuar en el espíritu opuesto y levantar un altar a YHWH. En el alma lideamos con asuntos de tronos, ¿quién se sienta y gobierna en el trono de mi alma (voluntad, mente, emociones)? Pero, es el espíritu lideamos con altares, son un asunto de pacto. Los pactos y altares gobiernan la dinámica de los territorios, incluyendo el territorio de nuestro corazón.
Y quizás tu seas como yo, quizás pienses si soy de Cristo, soy nueva criatura, mi pacto es sólo con El. Sin embargo como el pastor Francis Frangipane explica la salvación es solo la fase inicial, la semejanza a Cristo (Chrsitlikeness) es la visión.
De manera que no estaría de más considerar y meditar en el hecho que el espíritu humano se mancilla cuando tomamos decisiones que van en contra de nuestro propio cuerpo o espíritu, por ejemplo la inmoralidad sexual, la idolatría, la avaricia (adoración y servicio al dios Mamom) crea unión o ataduras en el espíritu. Usando el cuerpo como instrumento de injusticia estamos trasgrediendo nuestro espíritu humano. Yo siempre había considerado las ataduras a nivel almático, sin embargo luego de mucho estudio y oración he empezado a considerar el efecto de la mancilla en el espíritu humano, no sólo en el alma.
En el presente estoy trabajando con 7 principios asociados a nuestra primogenitura y producen salud
Diseño --- para la reconstrucción o edificación —-produce honra
Autoridad ---- para camina en dominio—-produce adoradores en espíritu y verdad
Responsabilidad --- para la consagración o santificación—-produce sabiduría
Siembra y Cosecha ---- para tomar la cruz y abraza el dolor—-produce influencia
Mayordomía --- para caminar por fe y hacer Adonaí Señor——produce verdaderas riquezas
Libertad ---- para ser un dador de vida——-produce poder
Sentirse realizado, completo, satisfecho---- para agradar a Dios y no a los hombres—-produce favor
Siguiendo el mismo orden de la lista arriba, me propongo a comparar la relación de estos principios sobre sistemas del cuerpo y sistema endocrino.
Sistema inmunológico + Hipófisis e hipotálamo
Sistema excretor + Pineal
Sistema digestivo + Timo
Sistema muscular + tiroides
Sistema reproductivo + Páncreas
Sistema esquelético + Suprarrenales
Sistema endocrino + Gónadas
Mi planteamiento es que cada vez que caminamos en el espíritu opuesto o en los principios opuestos corremos el riesgo de traer mancilla al espíritu humano. Pero esto será algo que deberé seguir orando y meditando en la Palabra.
Las raíces de muchas enfermedades son a menudo espirituales y son vinculado a cómo pensamos y sentimos. Miedo, estrés, culpa, amargura, acusación, rechazo y mancilla, es mi anhelo documentar cómo estos problemas impactan negativamente en el espíritu, alma y cuerpo que causan enfermedades. Estos mismos 7 principios que nos hacen fructíferos, cuando se aplican, también previenen enfermedades.
1 Tesalonicenses 5:23. Esta escritura nos muestra que debemos ser santificados o hechos santos para que podamos ser sanados. La santidad es el espíritu opuesto de la mancilla. A mayor santidad tu vida resultará en más plenitud. Menos santidad, tu vida resultar en menos integridad o mancilla. Buscamos ser fructíferos no únicamente saludables físicamente.
En lo personal, estas premisas representan un nuevo enfoque integrador a la salud: la restauración del espíritu, alma y cuerpo para que se pueda abordar el hombre trino y su vida fructífera.
En estos estudios reconozco la “triunidad” del hombre: su espiritualidad, dimensiones psicológicas y físicas - en la búsqueda activa de la restauración, guiada por la ciencia y la verdad bíblica del hombre fructífero y funcional que fuimos llamados a ser.
En muchas otras áreas de mi vida, he aprendido que estos principios, cuando se aplican, puede mover la mano de Dios para sanar y restaurar. De manera que creo que estos principios, cuando se aplica, también evitará enfermedades y restaurarán la salud.