Firmes y Ceñidos con la Verdad
Este mes ha sido un poco difícil para mí, pero en medio de las dificultades he podido ver una maravillosa obra de transformación del Espíritu de Dios en mí.
Creo que no soy la única atravesando momentos de profunda transformación en medio de procesos personales, especialmente en una temporada marcada por fiestas y celebraciones. Sin embargo, siento el llamado de Dios a mantenernos enfocados, a no dejarnos distraer ni por la alegría de las festividades ni por los desafíos que enfrentamos.
Muchos en este mes, donde culmina el año, hemos estado haciéndonos preguntas difíciles: ¿A qué me estoy aferrando o poniendo mi confianza que no es Dios? ¿Qué pienso de mí mismo? Y quizás la más urgente: ¿Qué creo acerca de Dios?
Efesios 6:13-14:
“Por tanto, toma toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia.”
Esto es lo que he aprendido mientras camino por mis propias tormentas: la libertad comienza donde empieza la verdad. ¿Pero qué es la verdad? No es solo una idea bonita o un libro de reglas para seguir. La verdad es una Persona. Es Jesús. Es Su voz atravesando el ruido de la duda, recordándonos quiénes somos en realidad.
Hoy, mientras reflexionaba sobre este mes tan transformador, otra revelación iluminó mi corazón:
Gobernamos nuestra vida desde el lugar de verdad que sostenemos.
La verdad no es solo un principio guía; es el asiento de nuestra autoridad. No estamos diseñados para ser gobernados por las circunstancias, las emociones o incluso las mentiras del enemigo. En cambio, estamos llamados a caminar en dominio, gobernando con la verdad de la justicia de Cristo y Su Palabra.
Jesús dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Eso no es solo una promesa; es una invitación. A caminar con Él. A ver la vida como Él la ve. A dejar que Su verdad rompa cadenas que ni siquiera sabías que estabas cargando.
Viviendo desde un Lugar de Luz
Es fácil dejar que el mundo nos diga quién debemos ser. Las redes sociales gritan perfección; nuestro pasado susurra culpa. Pero aquí está la clave: la verdad cambia el juego. Es como un rayo de luz que entra en una habitación oscura, revelando no solo el desorden, sino también la belleza oculta debajo.
El Salmo 36:9 dice: “En tu luz vemos la luz”. Me encanta. Es un recordatorio de que, no importa cuán oscuro parezca todo, Su luz lo cambia todo. Sana. Nos libera.
Esta temporada no se trata de solucionar cada problema. Se trata de elegir estar firmes en Su verdad, dejando que Él ilumine el camino hacia adelante.
Elevándonos por Encima del Ruido
El miedo tiene una particularidad: miente. Nos dice que estamos atrapados, que las cosas no mejorarán. Pero la verdad de Dios es más fuerte si le permitimos serlo. “Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32).
¿Qué significa la libertad para ti? Tal vez sea alejarte de relaciones que opacan tu luz. Tal vez sea comenzar, por fin, ese sueño que llevas tiempo posponiendo. O quizás, simplemente, dar un paso valiente hacia la sanidad.
Caminar en libertad no significa tenerlo todo resuelto. Significa confiar en Aquel que sí lo tiene.